lunes, 7 de abril de 2008

Las didstintas hablas del lenguaje de los jóvenes

a) Pandillero
·Aburrido: latoso, peñazo, coñazo.
·Acto sexual: meter, comer.
·Alimento: papeo.
·Beber: empinar el codo.
·Borrachera: tajado, cogorza, pedo.
·Buen estudiante: empollón.
·Cama: piltra, sobre.
·Cárcel: trena, truyo.
·Casa: kely.
·Irse: abrirse.
·Policía: pasma, guripa.

b) Pijos
Los jóvenes de la clase alta y adinerada es lo que llamamos hoy pijos. Hijos de familia adinerada de toda la vida, representantes de un estatus social privilegiado que tenía acceso a estudios universitarios, a ciertos deportes por entonces muy caros y a determinados lujos cotidianos como automóvil o moto propios, ropa de marca, revistas y libros de éxito, así como veranear en Benidorm o la Marbella de la jet - set.
Dentro de la generalidad a que se alude con el vocablo pijo hay tres subgrupos: pijos - pijos, malotes y alternativos o pseudogrunges.
Los primeros sirven de base al estereotipo dominante y el que mejor representa y conserva las cualidades tradicionales del grupo. Como pueden permitírselo, suelen comprar en buenas boutiques y han desarrollado el culto a las marcas. Se reconocen de ideología conservadora. Como a tantos otros, lo que más les gusta es salir de marcha lo que incluye copas, música, ligue, conversación... Pero lo que de verdad hace a los pijos diferentes no son sus inclinaciones, es, sin duda el dinero: los pijos son jóvenes ricos y tienen conciencia de serlo además les gusta serlo, les gusta mostrarlo y les gusta ser reconocidos.
En síntesis, la expresión pija define a una persona adinerada, que viste con ropa de marca y que muestra, a través de su imagen, su saneado poder adquisitivo.
Van a la Universidad Pública. La ropa es un símbolo que les identifica, y todos visten con el mismo estilo y con las mismas marcas, que ellos mismos ponen de moda.
Para entrar en una discoteca pija el look es importante, el portero no deja entrar a nadie con pendiente o piercing a la vista, vaqueros, calcetines blancos o zapatillas de deporte; deben ir con camisa o polo, el pelo corto y engominado. No todas las discotecas son igual de estrictas.
Ellas llevan faldas con medias negras y zapatitos de tacón o botas altas, pero el aspecto pijo se lo dan los detalles y los complementos. Si los pijos llaman nuestra atención por su aspecto, no es porque su estilo sea ostentoso sino porque con él se hacen perfectamente identificables como lo que son.
Los pijos tienen también sus propios garitos y sus propias zonas donde encontrarse y reconocerse. Sobresalen los pijiguáis o las pijiguays.
Los pijos malotes son ideológicamente racistas y van de duros con el pelo corto, el flequillo engominado, ropa ajustada y botas anchas. Son aficionados al bacalao. Las malotas pasan más fácilmente inadvertidas, reconocibles porque visten también pantalones ajustados, sin bolsillos y marcando cuerpo, con plumas cortos; no suelen llevar el pelo suelto y llevan el mismo tipo de calzado que los chicos, les gusta la música bacalao. Son descritos frecuentemente como macarras.
Los pijos alternativos o pseudogrunges están influidos por el movimiento hip hop en su vertiente estética, imitan el look rapero o skater con ropa de marca.
Se identifica más fácilmente a los chicos que a las chicas. Sus representantes suelen ir estudiada y cuidadosamente despeinados, están abiertos a la cerveza y al porro.

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